Pongamos que uno llega a urgencias del CEMA (historia verídica de una servidora, el 4 de febrero del presente), unas enfermeras nivel preescolar y mas flacas que Gandhi nos reciben mientras, un "practicante", quita su vista del periódico del día (cualquiera) para vernos con inconmensurable desprecio y weba procediendo a emitir un sonido "%$&("$&..torio", y nos pasan a una sección de auscultación previa, donde te sientan y te dejan, uno que viene de un accidente se pregunta: ¿Y si me caigo? ¿Y si me mareo?, en eso está uno, ahí sudando sentada en una de esas cosas llamadas "sofás de reconocimiento", que tienen una sábana fea y arrugada, cuando aparece el mancebo del periódico, quien tirando su humanidad rebosante pregunta "¿Y a usted que le pasa?", nos oye entre miradas al cielo y dice: "Ahora vienen por usted", es decir, nada de estetoscopio, ni un breve: "Saque la lengua" o un "¿Le duele donde le toco?" ¡Nanay!
De ahí regresan las enfermeras preescolares y anorexicas, quienes parecieran salidas de la película Bichos, y te llevan revoloteantes a una camilla bastante angosta. Para ser habitante del segundo país con mas obesos del MUNDO (pareciera que los obesos de este país sólo existimos en las estadísticas pues no hay ropa, silla, sillón o camilla que nos ajuste) no hay nada a nuestro tamaño.
Ahí procedieron a tratar de infiltrarme por medio de una aguja ("¿Podría señorita decirme que me van a poner?" respuesta: "Un cocktail", "¡Ups!" pensé: "Ojalá que no sea happy hour") y, aunque uno les explica que no es de vena fácil, ellas cual hormiguitas siguen pica y pica, habla y habla acerca de "quien les hizo qué, en donde se los hizo y si les gustó lo que les hicieron", mientras me pinchan y pinchan, "pos traete una aguja del 2....pos no una del 3.....pos mejor ya una del 4", mientras yo era picada como toro de lidia en corrida de pueblo y de manera inclemente, más, siendo que estaba en sus manos, me guardaba el dolor como toda buena hija de Jesús María.
Mi preocupación vino cuando una le dijo a la otra, "Cuidado te resbalas pues ya se hizo un charco de sangre en el piso", y pensé, "¿Pos de quien?" y me di cuenta que era de la mía.
Al accidentarse mi buena amiga Ale, acudí inmediatamente a verla al hospital Starmedica, justo empujando la puerta de entrada de dicho nosocomio, me dije: "Chin, ¿Estoy en una dimensión desconocida?".
Nom'bre, huele lindo, está diseñado de manera aerodinámica, que si "Por favor vaya por aquí", que "Si va por ahí mejor", toda la gente sonriendo, ¿Será que los drogan al inicio de su turno?
Centros de reunión con sofás cómodos y pachones, que "Suba por aquí", elevadores sin rayones que digan: "¡Candita estuvo aquí!"; en fin limpieza, eficiencia, afecto, buen trato, un diseño moderno y amable.
Al pasar por cuneria los niños arropados, tranquilos y bellos, como diría mi filósofo acompañante "Aquí, hasta los niños salen bonitos".
Los cuartos tienen TV con cable, te pasan a preguntar el menú de lo que deseas comer...y te lo cumplen. Nada de el charolazo con una taza de café con leche helado y galletas de animalitos.
Al ver a mi amiga sentí tranquilidad, emoción ....y envidia.
Así, hasta vale la pena enfermarse.
Sólo me quedó una pregunta:
¿Por qué si mi amiga tuvo un accidente de automovil la enviaron a .....MATERNIDAD?