A mis queridos y apreciados 9 lectores les pido comprensión
y harta concentración para tratar de que mi mensaje les llegue tal y como lo
pretendo, si bien existe una frase en comunicación que dice: “No importa lo que
uno diga sino lo que el otro entiende”, trataré con todas mis capacidades de
explicarme.
¿Y por qué tanta explicación para explicarse?
Por lo siguiente.
¿Han visto la televisión, los noticiarios, escuchado las
noticias en la radio, leído los periódicos especialmente más allá de sus
titulares los últimos días?
El narcotráfico, los secuestros, los muertos por persecución
o por delito alguno han pasado al lugar que les corresponde, más con gran pesar
vemos que nuestro país con tantas riquezas y bellezas naturales es hoy el foco
de infección de un nuevo virus que ha traído dolor y muerte.
Consciente de que el tema es triste y que además afecta a
seres humanos, a la economía, y por ende a más seres humanos, a la imagen de
nuestro país, por consecuencia a la industria turística de la que nuestro país
se apoya como uno de sus soportes principales, dentro de todo lo anterior,
espero querido lector que pueda llegar a ti con mis sentimientos.
Creo que me siento tranquila al ver a un país, especialmente
a los ciudadanos del D.F. y zona aledañas, reaccionando con conciencia y
responsabilidad social, por temor o por conveniencia, pero haciendo las cosas
bien.
A nuestra autoridades explicando y notificando con certeza,
sabiendo ahora que en tiempo y forma desde hace semanas en que quedó clara la
sospecha de que esto no se parecía a lo conocido recurrieron al mejor
científico del mundo, quien a su vez tomó en sus manos y confirmó las peores
expectativas, sí, pero lo supimos a tiempo.
Población, servidores públicos estamos unidos en pro de
defendernos de algo intangible y de terminarlo lo más pronto posible, dentro de
nuestro control, para que evitar que más personas sufran por este mal.
Más, me pregunto ¿Los narcos han dejado de trabajar? Yo creo
que no, ¿La lucha contra ellos se ha suspendido? pues tampoco lo creo, porque
las organizaciones federales y locales dedicas a ello no han intervenido en la
continencia sanitaria que nos abruma, por tanto, pueblo y gobierno nos estamos
dedicando, con la mayor de las tristezas, a algo que nos es propio y natural,
la salud pública, el bien común, la solidaridad, la atención a todos, que habrá
sus abusadores, seguro que sí, pero es dentro de todo un alivio quitarle
protagonismo a los malos, a los sinvergüenzas, a los delincuentes de todos los
niveles, banqueros o narcotraficantes, y darnos cuenta que como nación somos un
pueblo unido, desafortunadamente por la desgracia, pero unido.
Con todo lo que sucede, además vino un temblor de 5.7
grados, y las personas salieron de los edificios, los planes de desalojo
funcionaron, la inmensa mayoría con sus tapabocas, algunos al cuello, pero
bueno, con la telita ahí puesta y retornaron a sus labores media hora después.
Es el momento en que los empresarios del área turística se
flexibilicen, busquen alternativas, descubran talentos dentro de su personal y
también determinen quien es aquel que con cubrir su cuota ya se siente en área
de confort, es momento de que seamos creativos, descubrir en todos los sectores
como compensar este golpe económico.
En chino crisis y oportunidad se escriben igual, tomemos
esta crisis como oportunidad para saber quiénes somos y de que somos capaces.
Habilidades de negociación, flexibilización de políticas, estímulos fiscales a
los sectores más afectados, y volvamos a poner en marcha la máquina, pero más
pulidita, no nos postremos, alcémonos ante lo inevitable y descifremos hasta
donde podemos SER.
Algunos de mis pocos lectores estarán diciendo que estoy
loca (lo cual acepto con plena conciencia) pero dentro de toda esta desgracia
humana y económica, nos alzamos como un pueblo unido, ¡Cuanto podríamos lograr
si nos uniéramos en todo! dejando atrás nuestro propio interés personal y
utilizando ese gran sentimiento que sólo los mexicanos albergamos en nuestras
entrañas, ¿Por qué lo afirmo? Porque así lo siento, ojalá y además de muchas
lecciones de higiene y de control de nuestra salud, esto nos lleve a un nivel
donde nos la creamos y digamos: ¿Quién dice que no se puede?