Con aquello de que los años pasan, y de que este espacio ha
ido creciendo, algunos de mis nuevos lectores probablemente no tuvieron la
oportunidad de leer un post que escribí hace ya algunos ayeres y que seis años
después decidí que requería revivir y actualizarse, con unos afines por aquí y
otros por allá.
Con la libertad que me brinda el ser dueña de este espacio
se los vuelvo a proponer, si ya lo leyeron: delete; de lo contrario regálenle
un poco de su tiempo.
Yo, mujer de clase media, aparentemente en mis cabales y absolutamente
responsable del momento que me toca vivir... dejo todo mi agradecimiento a las
fuerzas vivas, muy vivas, y avivadas, que me gobernaron y gobiernan, a todos
los niveles del servicio público y desde los tres poderes de la nación, con
total falta de respeto e idoneidad profesional.
A los poderosos hombres de negocios mexicanos,
aristocráticos de la primera hora, les dejo un "Manual de Historia
Mexicana" para que la relean, a ver dónde dice que en una república
democrática alguien puede creerse superior a los demás por cuestiones de linaje
y casta, sobre todo, siendo todos los mexicanos hijos de españoles e indígenas
como cualquiera (y algunos árabes), en nombre de esa prosapia, con horrorosos
latifundios (duopolios televisivos y monopolios de la telefonía), dignos del
peor señor feudal del Medioevo en pleno siglo XXI, les pido dejar de bailar
sobre el pobre, insultándolo con una caridad, que en el 90% de los casos es
humillante e insuficiente.
A los panistas, panistas radicales y neopanistas, les dejo
una brújula para que, al saber dónde está el sur y donde está el norte, sepan
también definirse entre la izquierda y la derecha o el centro, en vez de ser
alternativamente pseudo-centro demócratas, insípidos demócratas cristianos o
gorilas conservadores. De paso se atrevan a asumir que no saben gobernar y
aprendan, en lugar de estarse poniendo bajo la sombra de los amigos que los
abrazan con la daga en la mano.
Con aquello de que los años pasan, y de que este espacio ha
ido creciendo, algunos de mis nuevos lectores probablemente no tuvieron la
oportunidad de leer un post que escribí hace ya algunos ayeres y que seis años
después decidí que requería revivir y actualizarse, con unos afines por aquí y
otros por allá.
Con la libertad que me brinda el ser dueña de este espacio
se los vuelvo a proponer, si ya lo leyeron: delete; de lo contrario regálenle
un poco de su tiempo.
Yo, mujer de clase media, aparentemente en mis cabales y absolutamente
responsable del momento que me toca vivir... dejo todo mi agradecimiento a las
fuerzas vivas, muy vivas, y avivadas, que me gobernaron y gobiernan, a todos
los niveles del servicio público y desde los tres poderes de la nación, con
total falta de respeto e idoneidad profesional.
A los poderosos hombres de negocios mexicanos,
aristocráticos de la primera hora, les dejo un "Manual de Historia
Mexicana" para que la relean, a ver dónde dice que en una república
democrática alguien puede creerse superior a los demás por cuestiones de linaje
y casta, sobre todo, siendo todos los mexicanos hijos de españoles e indígenas
como cualquiera (y algunos árabes), en nombre de esa prosapia, con horrorosos
latifundios (duopolios televisivos y monopolios de la telefonía), dignos del
peor señor feudal del Medioevo en pleno siglo XXI, les pido dejar de bailar
sobre el pobre, insultándolo con una caridad, que en el 90% de los casos es
humillante e insuficiente.
A los panistas, panistas radicales y neopanistas, les dejo
una brújula para que, al saber dónde está el sur y donde está el norte, sepan
también definirse entre la izquierda y la derecha o el centro, en vez de ser
alternativamente pseudo-centro demócratas, insípidos demócratas cristianos o
gorilas conservadores. De paso se atrevan a asumir que no saben gobernar y
aprendan, en lugar de estarse poniendo bajo la sombra de los amigos que los
abrazan con la daga en la mano.
A los distinguidos camaradas de las izquierda mexicana les
dejo un manual titulado "¿Qué es la clase obrera?" con prólogo del
Ing. Heberto Castillo (+), incluido un modelo para armar, a ver si así pueden
explicarse qué les falto para lograr un desgraciado homologamiento de ideales, plataforma, visión y misión para lograr que la
clase trabajadora lograra entender algo de lo que pasa, ante la confusión de
prédicas que iban desde el hermetismo y terquedad intelectual Lopezobradorista
denostando la declaración de renovación del partido históricamente camaleónico
tricolor(del que nacieron), invistiéndose ahora como grandes mártires del
servicio público. Volviéndose un partido totalmente partido en pedacitos
infames.
Todo esto bajo la visión de ilustres personajes como:
Roberto Madrazo alias "Stuart Little" (sus manos son exactas a las de
ese personaje, ¿Qué no?); de nuestra
entrañable bohemia de la política, Dña. Beatriz Paredes (ex-todo) la que pide a
gritos un baño y un cambio de imagen, pues ya parece retrato.
Al niño Verde le dejo un CD doble con canciones de José
Alfredo Jiménez cantadas por Juan Gabriel.
A la curia mexicana, que tenga
menos cuerpo y más espíritu.
A las generaciones venideras, es mi deseo que sepan que hubo
una vez un país rico, grande, lleno de gente sensible, noble y buena al cual
unos pocos iletrados, usurpadores de clase e inadaptados pero sumamente
avivados hundieron, aparentemente, sin remedio.
Nota: Adaptación del texto original de Enrique Pinti, actor
y critico argentino, denominado: Testamento.