Estoy harta de escuchar discursos y de ver propaganda electoral, los discursos
son vacuos y sin puntos específicos de temas a solucionar, cómo, cuánto y
cuándo.
El
ataque persistente y el fomento del clientelismo de ésta época donde en bardas
completas se forran repitiendo el mismo anuncio con la cartulina del candidato
sentado un cartón a dos metros del otro, como se encuentra en la esquina de la
avenida de Villas del Sol hacia Villas la hacienda.
¿Ver
a Vila treinta veces seguidas me da una mejor imagen de él como candidato?
Mesura
señores en lo burdo y profundidad en lo fundamental.
Me
gustaría escuchar a cada uno sobre qué piensa de Mérida, como la visualiza al
final de su período, cuales son los planes y no en burdas caravanas de cornetas
y tamboras con gritos y maracas abrazando niños, a discapacitados y ofreciendo muletas.
¿Qué
ocurre con la deuda del ayuntamiento? ¿Qué ha ocurrido con la demanda de las
luminarias el costo de la sustitución y quién la pagará?
¿Las
decisiones políticas partidistas seguirán estando por encima de la ciudadanía o
alguno de ellos pondrá el bienestar de los habitantes de Mérida por sobre sus
beneficios, compromisos y visión de futuro político?
Me
sigo preguntando, cómo alguien que no ha terminado su período para el que fue
elegido, en carrera de relevos ya agarró hueso para una posición plurinominal,
con lo que de paso deja a personas que no se harán responsables de las
decisiones que tomó en su momento quien
ya se fue a descansar a su casa o a la casa de campaña de alguno que si debe
hacer campaña, mientras se va a su curul a seguir descansando el sueño eterno y
de paso agarran el tan manoseado y mal
usado fuero, que no fue creado con el fin de proteger ineptos, ladrones, seres
fraudulentos e incapaces, aun cuando ya hayan sido alcaldes varias veces o
hijos de quienes nos han llevado al límite.
Porque
ese es el caso, los jóvenes que votan en estos tiempos, no saben por quién
votar, su decisión es familiar, es una medida coyuntural, como por ejemplo obtener
un trabajo o aunque sea un puesto temporal.
No
pertenezco a partido alguno y no simpatizo consistentemente con ninguno, mi
corazón y mentalidad están entregados hacia los derechos humanos, un marco
superior a las miserias tratadas en las campañas, pensando en los derechos
universales se solucionan la mayoría de los problemas, pues cuando dirigimos
nuestra visión hacia los treinta artículos de la Declaración de los Derechos
Humanos, más allá de la libertad de expresión, de establecer empresas o el
libre tránsito, podremos encontrarnos con temas como el derecho al trabajo, a
la vivienda: “nacidos libre e iguales en dignidad y derechos y, dotados como
están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los
otros.”; se paguen las horas extras trabajadas, se esté inscrito en los
servicios e instituciones con el salario convenido y las mujeres perciban
salarios iguales a trabajo igual que realice un varón.
Es
decir que si se cumplieran los 30 artículos ya mencionados, y sin tratar de
pedir demasiado, que además se respete
la Constitución Mexicana sin asegunes ni vericuetos. La situación sería mucho
más clara.
En
este momento de tanta convulsión sosegada, es tiempo de grandes despertares y
generación de conciencias con responsabilidad, donde no se cubra una etapa pre
convencional: “yo y mis beneficios”, sino que se dé una mirada de trascendencia
hacia el entorno de la comunidad ampliada en forma vertical y horizontal, pos
convencional.
La
juventud no es un pecado, el pecado es usarla como escudo para no plantear
planes precisos y claros.
Asco
y vergüenza me provoca esa publicidad ad nauseam, publicidad de millones de
pesos, en que las fotos son planteamientos posados y no exposición de ideas ni
explicación de motivos.
Ese
es el deber de este tiempo político, que quienes contienden nos expliquen cómo
ven las cosas, que se debe hacer de acuerdo a su visión, pues difícilmente se tendrá
misión y objetivos sin la primera, y es de torpeza supina votar sin saber que pretende el
ser humano a quien le estoy dando potestad sobre el dinero con el que
contribuyo para una mejor distribución de la riqueza y una mejoría social en
consecuencia.
Hagamos
a un lado el miedo y la flojera, atrevámos a quitar caretas a punta de
verdades, no es sostenible que las grandes comitivas luego sean acomodadas en
las posiciones a suplir según quien tenga la mayoría de votos, aunque esa
mayoría podría estar equivocada.
Se
debe de preservar a aquellos que tienen algo nuevo para aportar y construir y a
los que por experiencia ya están en puestos de servicio y saben el “cómo y el cuándo”.
Los
políticos deben de plantearnos su visión de los problemas y a la vez decirnos
que esperan de nosotros como ciudadanos, si la gente no pone de su parte, sino
deja de votar por ladrones y caza-puestos, donde la habilidad no es requerida
más que para cumplir con el “padrino”.
Debemos
de interesarnos un poco más por la política, procuremos enterarnos de lo que
pasa en nuestro entorno, en nuestra colonia, porque cerró el carnicero después de
más de una veintena de años, cuántos de los jóvenes de mi colonia se arrumban
en alguna esquina porque no tienen espacios ya no digo decorosos, descampados
para practicar algún deporte, tomémonos la cosa en serio, finalmente quienes están
en esos cargos son quienes deciden y ya no cabe seguir lamentándose y culpando
a uno u otro, pues ellos llegan porque no votamos y utilizan nuestro voto en
blanco o porque votamos por razones equivocadas como me dijo una alumna : “Yo
voto por el partido de AMLO porque él cuando fue jefe del D.F. impuso un apoyo
y mis abuelitos reciben $600.00 mensuales y dos litros de leche a la semana”……..sólo
que la alumna vive en Mérida, Yucatán …suponiendo sin conceder, que esa sea un
criterio de voto válido.
Si
no menciono algún otro candidato es porque su ascendencia y trayectoria estudiantil
o su estado floral marchito no merecen mi tiempo.
De
ellos ya todo se sabe y está dicho.
http://www.un.org/es/documents/udhr/