miércoles, diciembre 21, 2005

Carta a Santa Claus

Querido Santa:
Aunque a muy pronta y temprana edad me dijeron que tú no existías, me he aferrado a tí, no como una idea de consumismo, más bien como una ilusión, cómo algo que refuerza el hecho de que portarse bien tiene sentido, y que no debe ser el fin una recompensa.
No pretendo decir que me porté realmente como para aspirar a grandes reconocimientos, más creo que actué lo mejor que pude dadas mi madurez y las circunstancias.
Me metí menos en la vida de los demás y procuré mejorar más la mía.
Traté que todo aquel que buscara mi consejo o compañía lo encontrara de la manera más cordial y positiva.
Sé que eventualmente sobrereaccioné en algunas situaciones, de las cuales he obtenido gran enseñanza y compromiso personal de no repetirlo.
Procuré conocer nuevas personas, evité aquellas que francamente me dañaban y cuidé a todas aquellas a las que quiero y que me quieren tal como soy.
Busqué hacer lo mejor en mi tarea diaria, no siempre lo logré, más apliqué toda mi determinación, todo mi conocimiento y todo mi tiempo a ello.
Quise no crear problemas a nadie (especialmente a quien es mi superior) lo logré en gran parte, aunque reconozco que a veces la impaciencia me "anda".
Alabé a Dios, más sólo le pedí mejoras espirituales, lo del hombre y lo material es cosa terrenal y sólo depende de mi.
Acepté positivamente las pruebas físicas y de salud que se sumaron a mi vida durante éste año, las he atendido y he aprendido a tratar de solucionarlas sin que por ello afecte mi estado de ánimo.
Me he acercado a personas que estaban lejos de mí, y he tratado de entender y aceptar mi parte en el alejamiento.
He cuidado mi economía, y he aprendido que la debo cuidar aún más.
Espero haber hecho todo lo que debía y no tener pendientes que afecten a alguien más.
Por todo lo anterior, mi querido Santa, espero que te acuerdes de mi y al pasar por mi casa puedas regalarme una gran sonrisa que entre a mi alma y me dure todo el año.

2 comentarios:

El Sol dijo...

Como su más fiel admirador y asiduo lector de este espacio -Rincón de Pango-, se ha hecho acreedora de un humilde y merecidísimo "Gracias". Este blog es -hasta ahora- el más personal que, a mi punto de vista, ha escrito. Aun pensando en el objetivo principal de sus escritos -inspirados en la astucia de nuestra querida "Marthita" y su señor Fox, y en las puntadas de nuestros dirientes políticos-, en los que se puede entrever (quienes la conocemos más a fondo, sentir) su toque sensible y muy personal, he de considerar este blog (la carta) como un obsequio, no sólo para quien fue realmente dirigida, sino para todos aquellos que, como yo, necesitamos una fuente de inspiración (usted es miembro oficial de mi selecto club de personas a quien admiro y considero ejemplos de vida); de esperanza y reflexión (sentimientos que salen a relucir en estas fechas quiéralo uno o no -!!)ante este mundo tan amplio -mi querido planeta Tierra- para tomar impulso y seguir siempre adelante ante todo lo nuevo que la vida nos ofrece y, asimismo, ser guía y ejemplo para quienes nos rodean,así como usted, quien a veces sin "querer queriendo", lo es.
Feliz Navidad!!

El Sol

Anónimo dijo...

maravillosa forma de entender a santa, y no pedir las cosas mas caras de la vida, en vez de eso es mejor luchar dia a dia por ellas. si decido seguir tu ejemplo muy pronto lo único que le pedire a santa sera "SALUD Y BIENESTAR PARA MIS SERES QUERIDOS". GRACIAS por mostrarme que ni estoy loco ni solo. saludos. Manolo Pasos.

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