miércoles, abril 15, 2015

Hay que tener curiosidad sobre nuestras responsabilidades como ciudadanos

Estoy harta de escuchar discursos y de ver propaganda electoral, los discursos son vacuos y sin puntos específicos de temas a solucionar, cómo, cuánto y cuándo.
El ataque persistente y el fomento del clientelismo de ésta época donde en bardas completas se forran repitiendo el mismo anuncio con la cartulina del candidato sentado un cartón a dos metros del otro, como se encuentra en la esquina de la avenida de Villas del Sol hacia Villas la hacienda.
¿Ver a Vila treinta veces seguidas me da una mejor imagen de él como candidato?
Mesura señores en lo burdo y profundidad en lo fundamental.
Me gustaría escuchar a cada uno sobre qué piensa de Mérida, como la visualiza al final de su período, cuales son los planes y no en burdas caravanas de cornetas y tamboras con gritos y maracas abrazando niños, a discapacitados y ofreciendo muletas.
¿Qué ocurre con la deuda del ayuntamiento? ¿Qué ha ocurrido con la demanda de las luminarias el costo de la sustitución y quién la pagará?
¿Las decisiones políticas partidistas seguirán estando por encima de la ciudadanía o alguno de ellos pondrá el bienestar de los habitantes de Mérida por sobre sus beneficios, compromisos y visión de futuro político?
Me sigo preguntando, cómo alguien que no ha terminado su período para el que fue elegido, en carrera de relevos ya agarró hueso para una posición plurinominal, con lo que de paso deja a personas que no se harán responsables de las decisiones que tomó en su momento  quien ya se fue a descansar a su casa o a la casa de campaña de alguno que si debe hacer campaña, mientras se va a su curul a seguir descansando el sueño eterno y de paso agarran el  tan manoseado y mal usado fuero, que no fue creado con el fin de proteger ineptos, ladrones, seres fraudulentos e incapaces, aun cuando ya hayan sido alcaldes varias veces o hijos de quienes nos han llevado al límite.
Porque ese es el caso, los jóvenes que votan en estos tiempos, no saben por quién votar, su decisión es familiar, es una medida coyuntural, como por ejemplo obtener un trabajo o aunque sea un puesto temporal.
No pertenezco a partido alguno y no simpatizo consistentemente con ninguno, mi corazón y mentalidad están entregados hacia los derechos humanos, un marco superior a las miserias tratadas en las campañas, pensando en los derechos universales se solucionan la mayoría de los problemas, pues cuando dirigimos nuestra visión hacia los treinta artículos de la Declaración de los Derechos Humanos, más allá de la libertad de expresión, de establecer empresas o el libre tránsito, podremos encontrarnos con temas como el derecho al trabajo, a la vivienda: “nacidos libre e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.”; se paguen las horas extras trabajadas, se esté inscrito en los servicios e instituciones con el salario convenido y las mujeres perciban salarios iguales a trabajo igual que realice un varón.
Es decir que si se cumplieran los 30 artículos ya mencionados, y sin tratar de pedir demasiado,  que además se respete la Constitución Mexicana sin asegunes ni vericuetos. La situación sería mucho más clara.
En este momento de tanta convulsión sosegada, es tiempo de grandes despertares y generación de conciencias con responsabilidad, donde no se cubra una etapa pre convencional: “yo y mis beneficios”, sino que se dé una mirada de trascendencia hacia el entorno de la comunidad ampliada en forma vertical y horizontal, pos convencional.
La juventud no es un pecado, el pecado es usarla como escudo para no plantear planes precisos y claros.
Asco y vergüenza me provoca esa publicidad ad nauseam, publicidad de millones de pesos, en que las fotos son planteamientos posados y no exposición de ideas ni explicación de motivos.
Ese es el deber de este tiempo político, que quienes contienden nos expliquen cómo ven las cosas, que se debe hacer de acuerdo a su visión, pues difícilmente se tendrá misión y objetivos sin la primera, y es de  torpeza supina votar sin saber que pretende el ser humano a quien le estoy dando potestad sobre el dinero con el que contribuyo para una mejor distribución de la riqueza y una mejoría social en consecuencia.
Hagamos a un lado el miedo y la flojera, atrevámos a quitar caretas a punta de verdades, no es sostenible que las grandes comitivas luego sean acomodadas en las posiciones a suplir según quien tenga la mayoría de votos, aunque esa mayoría podría estar equivocada.
Se debe de preservar a aquellos que tienen algo nuevo para aportar y construir y a los que por experiencia ya están en puestos de servicio y saben el “cómo y el cuándo”.
Los políticos deben de plantearnos su visión de los problemas y a la vez decirnos que esperan de nosotros como ciudadanos, si la gente no pone de su parte, sino deja de votar por ladrones y caza-puestos, donde la habilidad no es requerida más que para cumplir con el “padrino”.
Debemos de interesarnos un poco más por la política, procuremos enterarnos de lo que pasa en nuestro entorno, en nuestra colonia, porque cerró el carnicero después de más de una veintena de años, cuántos de los jóvenes de mi colonia se arrumban en alguna esquina porque no tienen espacios ya no digo decorosos, descampados para practicar algún deporte, tomémonos la cosa en serio, finalmente quienes están en esos cargos son quienes deciden y ya no cabe seguir lamentándose y culpando a uno u otro, pues ellos llegan porque no votamos y utilizan nuestro voto en blanco o porque votamos por razones equivocadas como me dijo una alumna : “Yo voto por el partido de AMLO porque él cuando fue jefe del D.F. impuso un apoyo y mis abuelitos reciben $600.00 mensuales y dos litros de leche a la semana”……..sólo que la alumna vive en Mérida, Yucatán …suponiendo sin conceder, que esa sea un criterio de voto válido.
Si no menciono algún otro candidato es porque su ascendencia y trayectoria estudiantil o su estado floral marchito no merecen mi tiempo.
De ellos ya todo se sabe y está dicho.
http://www.un.org/es/documents/udhr/

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