Por ahí no nos cansamos de decir que como México no hay dos, obvio que es una afirmación que implica que nadie en el mundo "nos llega", sin embargo creo que dentro de nuestro México existen varios Méxicos muy distintos y polarizados.
El Mexico del gobierno foxista, más cercano a un sueño guajiro que a la realidad.
El Mexico de Carlos Slim, Emilo Azcárraga y Ricardo Salinas.
El Mexico de la llamada “clase política” en donde los protagonistas no acaban de definir si desean ser victimas o victimarios de sus iguales, pero que sin duda son homicidas de la población en su conjunto.
El Mexico de una sociedad civil que quiere pero no se anima, que hace como que va, pero se detiene, que un día se queja y demanda y al siguiente se doblega.
El Mexico de la gran masa, de los que no saben, no entienden o no quieren ver, independientemente de su nivel socioeconómico, “a mi mientras no se vea afectada mi zona de confort, mejor calladito me veo mas bonito, sin perder lo que considero mis ventajas”.
El Mexico de los desamparados, de los niños de la calle, de los pueblos indígenas, y de las zonas marginadas.
Como Mexico no hay dos, y gracias por eso, pues tenemos demasiado trabajo que hacer en el Mexico que nos toca vivir.
Tomemos la analogía de una selección nacional de fútbol (obvio que no me refiero a la mexicana), busquemos al mejor técnico; los mejores jugadores de cada posición, pero con mística de trabajo en equipo; busquemos a aquellos que no dan todo por sentado, que asumen que el llegar a ser seleccionado reviste mayor esfuerzo, que estén dispuestos a sudar la camiseta.
Démosles los mejores medios, motivémoslos y pidámosles resultados, que sientan que la responsabilidad adquirida no es un merito en sí, si no una oportunidad de lograr un cambio.
Hagamos un solo Mexico, donde el crecimiento económico vaya acompañado de un reparto equilibrado que logre un desarrollo humano uniforme en servicios que permitan a los mexicanos:
“..un nivel razonable de salud y desarrollo humano (estar sano, bien alimentado, disponer de recursos sanitarios y ciertas protecciones de seguridad contra la violencia);
una cultura que proyecte avances (capacidad para mantener tradiciones autóctonas, creatividad, conocimientos científicos y técnicos);
una clase política evolucionada (participación en las tareas de gobierno, prácticas ciudadanas sin discriminaciones opresivas)” 1.
1. Emilio Martínez Navarro. Ética para el desarrollo de los pueblos. Editorial Trotta.
Este es un espacio en el que pretendo compartir mis ideas, vivencias, reflexiones y experiencias sobre la vida. Un poco catártico, un poco idealista, un poco ilusión, un tanto realidad. La visión sobre diferentes hechos, tanto personales como de la vida social y política es variable, lo relevante es el intercambio de ideas y la reflexión resultante de dicha interacción.
lunes, febrero 21, 2005
domingo, febrero 20, 2005
Cosas del ego
A veces me sorprendo como pasan los meses y los años, periodos, legislaturas, y seguimos en el país donde no pasa nada, aunque la mercadotecnia foxista nos indique “ad nauseabum” lo contrario.
Dicen que una falsedad dicha mil veces se vuelve una verdad para quien la dice, estoy segura de eso ahora, pues pareciera que al presidente de este país le graban un audio casete y se lo programan para que oiga mientras duerme por las noches, al despertar, se siente en el mundo que le han grabado en el inconsciente.
Seriamente me cuestiono su estabilidad, porque es evidente que no logra salir de un sopor que proyecta aburrimiento, desinterés, y desconocimiento.
Afirma que México tiene el precio de diesel mas bajo del mundo, la gente le grita que no y el presidente responde en tono paternalista: “no vine a pelear, si ustedes dicen que no es así, yo lo averiguare”.
Han pasado los días y no tenemos información alguna de que haya averiguado lo que comentaristas de radio y TV ya hicieron, que es completamente inexacta la afirmación que hizo.
Alguna vez alguien me dijo: “ahora te sientes así, pero ¿si hicieras a un lado tu ego, como visualizarías la situación?”, hice el ejercicio y me di cuenta que el problema radicaba en mi ego, mas que en las otras variables.
Yo me pregunto, ¿si el Sr. Fox pudiera lograr hacer a un lado su ego, de que se daría cuenta?
Dicen que una falsedad dicha mil veces se vuelve una verdad para quien la dice, estoy segura de eso ahora, pues pareciera que al presidente de este país le graban un audio casete y se lo programan para que oiga mientras duerme por las noches, al despertar, se siente en el mundo que le han grabado en el inconsciente.
Seriamente me cuestiono su estabilidad, porque es evidente que no logra salir de un sopor que proyecta aburrimiento, desinterés, y desconocimiento.
Afirma que México tiene el precio de diesel mas bajo del mundo, la gente le grita que no y el presidente responde en tono paternalista: “no vine a pelear, si ustedes dicen que no es así, yo lo averiguare”.
Han pasado los días y no tenemos información alguna de que haya averiguado lo que comentaristas de radio y TV ya hicieron, que es completamente inexacta la afirmación que hizo.
Alguna vez alguien me dijo: “ahora te sientes así, pero ¿si hicieras a un lado tu ego, como visualizarías la situación?”, hice el ejercicio y me di cuenta que el problema radicaba en mi ego, mas que en las otras variables.
Yo me pregunto, ¿si el Sr. Fox pudiera lograr hacer a un lado su ego, de que se daría cuenta?
Jalándonos la cobija
Estos últimos días nuestra clase política se ha lucido en su demostración permanente de ineficiencia, por un lado nuestro flamante presidente nos dice que nos cuidemos de los falsos mesías que vendrán a ofrecernos el “oro y el moro”, que en realidad debemos de unirnos y jalar parejo la cobija.
La verdad que no se bien a que cobija se refiere, espero que no haya acabado usando para éste fin una de las cobijas recolectadas para tantos mexicanos que carecen de lo básico y se enfrentan a este crudísimo e inclemente invierno.
Por otro lado, nuestro esforzados diputados federales, aquellos que no aprobaron el presupuesto federal, aquellos que reubicaron partidas y que han gastado millones de pesos en decir todo lo que el presupuesto federal no contemplaba y que ahora, gracias a ellos estaba contemplado y cubierto, es decir una aplicación eficiente y oportuna.
Esos mismos diputados que no han dicho esta boca es mía por la aprobación de un aumento general a los salarios mínimos de la población de un 4%, es decir de sus representados, esos mismos diputados que disfrutan de secretarios y secretarias, vehículos, pasajes de avión, salones de masaje para relajarse, peluquería y comedores dentro del palacio legislativo de San Lázaro.
Esos diputados muchos de los cuales no suben una sola vez a tribuna durante sus 3 años de servicio entregado a la patria para proponer, exponer, denunciar o explicar algo sobre cualquier cosa, quienes la mas de las veces se encuentran fuera del salón de sesiones cuando se discuten temas fundamentales para este país.
Ellos, nuestros representantes se han auto-asignado un aumento salarios del 11% debido a su gran cantidad de trabajo, a sus labores esenciales hacia la nación.
Si unimos las acciones a la palabra, pues si, se andan tapando, o como diría nuestro presidente jalaron su cobija para no pasar frío.
Lástima que en este colchón llamado México, solo sirva la cobija para tapar a unos cuantos, los demás debemos de cuidarnos del frío y de quienes deberían de procurar cobijar nuestros derechos.
La verdad que no se bien a que cobija se refiere, espero que no haya acabado usando para éste fin una de las cobijas recolectadas para tantos mexicanos que carecen de lo básico y se enfrentan a este crudísimo e inclemente invierno.
Por otro lado, nuestro esforzados diputados federales, aquellos que no aprobaron el presupuesto federal, aquellos que reubicaron partidas y que han gastado millones de pesos en decir todo lo que el presupuesto federal no contemplaba y que ahora, gracias a ellos estaba contemplado y cubierto, es decir una aplicación eficiente y oportuna.
Esos mismos diputados que no han dicho esta boca es mía por la aprobación de un aumento general a los salarios mínimos de la población de un 4%, es decir de sus representados, esos mismos diputados que disfrutan de secretarios y secretarias, vehículos, pasajes de avión, salones de masaje para relajarse, peluquería y comedores dentro del palacio legislativo de San Lázaro.
Esos diputados muchos de los cuales no suben una sola vez a tribuna durante sus 3 años de servicio entregado a la patria para proponer, exponer, denunciar o explicar algo sobre cualquier cosa, quienes la mas de las veces se encuentran fuera del salón de sesiones cuando se discuten temas fundamentales para este país.
Ellos, nuestros representantes se han auto-asignado un aumento salarios del 11% debido a su gran cantidad de trabajo, a sus labores esenciales hacia la nación.
Si unimos las acciones a la palabra, pues si, se andan tapando, o como diría nuestro presidente jalaron su cobija para no pasar frío.
Lástima que en este colchón llamado México, solo sirva la cobija para tapar a unos cuantos, los demás debemos de cuidarnos del frío y de quienes deberían de procurar cobijar nuestros derechos.
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