A veces nos levantamos y como que sentimos que las cosas se van turnando color gris oscuro aunque el sol brille en plenitud.
De esos dias que uno se dice "pa'que me levanté, puesto que el mundo y yo hubieramos estado mejor sin encontrarnos", más, tremendo encontrón que nos damos.
Es como escribir con la llamada portaminas (en mi epoca lapicero) y que se te rompa la "mina" o "puntilla" a cada inicio de palabra, la gota que cae en nuestra ropa al realizar el último trago de jugo (encima de uva). Es decir es un día en que nos sentimos como automovil con una llanta baja, y como que las otras tres de improviso se empiezan a bajar.
¿Que hacer en esos dias? pues he probado de todo, desde salir a la vida ignorando las señales, aunque al final del mismo termino enconrvada, hasta esconderme debajo de mi sabanita hindú con la figura de una de las tantas diosas de dicha cultura.
Y no me refiero a una depresión ¿eh?, que ese tema merece su propio espacio, es simplemente como que todo lo que pudiera sucedernos (que no querriamos) nos sucede, lo dramatico es cuando esa desventura dura más de un día, ahí si que nos empezamos acuestionar si no será una especie de penitencia enviada por el Divino o de plano, recurrir a la suerte que decide de pronto sentarse darnos la espalda.
¿Quien de mis 5 lectores no ha vivido uno de esos dias?, probablemente el lado positivo de ellos me dirá que nunca, o que si, pero que lo han ignorado.
Se bien que se supera peroooooooooo .... !Ay¡ , pero como nos fastidia en el proceso.
Por lo pronto, mientras descubro que constelacion provoca ese estado en mi, o que astros se aliñan o desaliñan para dejarme de gris a color rata (no soy pariente de Madrazo, conste) solicito recetas para que cuando vuelva a tener un día color serio, pues las aplique (las recetas) con el fin de colorearlo.
De esos dias que uno se dice "pa'que me levanté, puesto que el mundo y yo hubieramos estado mejor sin encontrarnos", más, tremendo encontrón que nos damos.
Es como escribir con la llamada portaminas (en mi epoca lapicero) y que se te rompa la "mina" o "puntilla" a cada inicio de palabra, la gota que cae en nuestra ropa al realizar el último trago de jugo (encima de uva). Es decir es un día en que nos sentimos como automovil con una llanta baja, y como que las otras tres de improviso se empiezan a bajar.
¿Que hacer en esos dias? pues he probado de todo, desde salir a la vida ignorando las señales, aunque al final del mismo termino enconrvada, hasta esconderme debajo de mi sabanita hindú con la figura de una de las tantas diosas de dicha cultura.
Y no me refiero a una depresión ¿eh?, que ese tema merece su propio espacio, es simplemente como que todo lo que pudiera sucedernos (que no querriamos) nos sucede, lo dramatico es cuando esa desventura dura más de un día, ahí si que nos empezamos acuestionar si no será una especie de penitencia enviada por el Divino o de plano, recurrir a la suerte que decide de pronto sentarse darnos la espalda.
¿Quien de mis 5 lectores no ha vivido uno de esos dias?, probablemente el lado positivo de ellos me dirá que nunca, o que si, pero que lo han ignorado.
Se bien que se supera peroooooooooo .... !Ay¡ , pero como nos fastidia en el proceso.
Por lo pronto, mientras descubro que constelacion provoca ese estado en mi, o que astros se aliñan o desaliñan para dejarme de gris a color rata (no soy pariente de Madrazo, conste) solicito recetas para que cuando vuelva a tener un día color serio, pues las aplique (las recetas) con el fin de colorearlo.