Cuando creo que ya casi entendiendo la vida ésta viene y me dice “¿Pos´que piensas? Y ¡Zaz! Me reubica.
Sé que los post del alma o de la humanidad no atraen tanto como aquellos de los bancos mercachifles o los del gobierno con sus bellezas evolutivas dia a dia, camionetas nuevas y esposos sometidos por sus damas.
Creo que es saludable hacer una alto y fijarnos en nuestro entorno, ver a los otros seres humanos que nos rodean día a día y que probablemente se preguntan a si mismos: “¿Hoy alguien pensará en mi?” “¿Hoy alguien me saludará con gusto?”
Aquí mis lectores dirán: “Pango está depre”, pues no.
Sé que los post del alma o de la humanidad no atraen tanto como aquellos de los bancos mercachifles o los del gobierno con sus bellezas evolutivas dia a dia, camionetas nuevas y esposos sometidos por sus damas.
Creo que es saludable hacer una alto y fijarnos en nuestro entorno, ver a los otros seres humanos que nos rodean día a día y que probablemente se preguntan a si mismos: “¿Hoy alguien pensará en mi?” “¿Hoy alguien me saludará con gusto?”
Aquí mis lectores dirán: “Pango está depre”, pues no.
Se me brindó la oportunidad de detener unas horas de mi vida para observar y escuchar con el alma, la vida de otra persona, joven, saludable, inteligente, pero enferma del cáncer del siglo XXI: la soledad, la incomprensión, la necesidad de pertenecer a pesar ser rechazada.
Cuando uno oye historias de vida, en donde ve a jóvenes llorar de arrepentimiento y siente su dolor, es imposible no sensibilizarse y tratar de hacer cualquier cosa con tal de que ese ser humano se entere de que es valioso por la única razón de que existe.
Y como ya lo comentaba hace unos 37 post, la soledad y el ser diferente a los demás marcan, duelen, la herida es de tal profundidad que la cicatriz tarda en llegar a formarse de adentro hacia afuera.
¿Cómo podemos llegar a ser tan insensibles?
¿Qué asignatura académica se debe de inventar para lograr que las personas nos preocupemos por no herir ni con la mirada, o con un gesto, mucho menos de palabra a otro ser humano?
¿Cómo se enseña lo aparentemente imposible?
Pareciera que estamos destinados a dañar, aunque luego nos escondamos bajo la excusa de la “buena intensión”, que bien que aplana el camino al infierno.
Queridos lectores, esta semana sentí la tristeza ajena, el deseo de pertenecer y el rechazo relativo, la soledad consecuente; visualicé que con unas horas de mi tiempo, un abrazo y escuchar, sentirse en el lugar del otro y sentir lo que el otro siente, esas sencillas acciones eran algo esencial para calmar tanto dolor, sacar una sonrisa esperanzadora, gestos tan humanamente tan elementales que hasta rabia me dio.
¿Por qué la rabia?
Porque en realidad es tan fácil tomarse el tiempo de nuestra vida tan agendada para abrirse en mente y alma, y así permitirnos sentir la necesidad del otro, que éste perciba que uno está, que probablemente no nos conozcamos, más no es necesario el conocimiento medido en horas, días o años para tratar de evitarle el dolor lacerante que confunde y pierde.
Y después de esta reflexión, invito a aquellos que hayan leído hasta este punto, a que me acompañen en una nueva propuesta:
Que a todos aquellos que nos rodean, los conozcamos o no, les regalemos una sonrisa, aunque sea una sonrisa medio apurada, algún simple gesto que les brinde a los otros la posibilidad de saber que alguien les sonrió este día, que los vio a los ojos y que logre, posiblemente, que se sientan con la confianza, y se animen a buscar la oportunidad de ir y decirnos: “Hola, ¿Tienes tiempo para mi?” y nosotros comprometernos a darnos en tiempo y compasión.
Y como ya lo comentaba hace unos 37 post, la soledad y el ser diferente a los demás marcan, duelen, la herida es de tal profundidad que la cicatriz tarda en llegar a formarse de adentro hacia afuera.
¿Cómo podemos llegar a ser tan insensibles?
¿Qué asignatura académica se debe de inventar para lograr que las personas nos preocupemos por no herir ni con la mirada, o con un gesto, mucho menos de palabra a otro ser humano?
¿Cómo se enseña lo aparentemente imposible?
Pareciera que estamos destinados a dañar, aunque luego nos escondamos bajo la excusa de la “buena intensión”, que bien que aplana el camino al infierno.
Queridos lectores, esta semana sentí la tristeza ajena, el deseo de pertenecer y el rechazo relativo, la soledad consecuente; visualicé que con unas horas de mi tiempo, un abrazo y escuchar, sentirse en el lugar del otro y sentir lo que el otro siente, esas sencillas acciones eran algo esencial para calmar tanto dolor, sacar una sonrisa esperanzadora, gestos tan humanamente tan elementales que hasta rabia me dio.
¿Por qué la rabia?
Porque en realidad es tan fácil tomarse el tiempo de nuestra vida tan agendada para abrirse en mente y alma, y así permitirnos sentir la necesidad del otro, que éste perciba que uno está, que probablemente no nos conozcamos, más no es necesario el conocimiento medido en horas, días o años para tratar de evitarle el dolor lacerante que confunde y pierde.
Y después de esta reflexión, invito a aquellos que hayan leído hasta este punto, a que me acompañen en una nueva propuesta:
Que a todos aquellos que nos rodean, los conozcamos o no, les regalemos una sonrisa, aunque sea una sonrisa medio apurada, algún simple gesto que les brinde a los otros la posibilidad de saber que alguien les sonrió este día, que los vio a los ojos y que logre, posiblemente, que se sientan con la confianza, y se animen a buscar la oportunidad de ir y decirnos: “Hola, ¿Tienes tiempo para mi?” y nosotros comprometernos a darnos en tiempo y compasión.
3 comentarios:
pangoo¡¡¡
pues tu haces un excelente trabajo brindandonos tu tiempo y cariño a lo que te los pedimos, yo inicie siendo una alumna, despues una lectora y por ultimo una amiga y una confidente de ti y de mi, claro que es casi imposible en la actualidad encontrar esas personas que nos brindan 5 minutos de su dia pero despues de pasar muchas cosas decidi que quiero ser una de esas personas a las cuales no les duele dar una sonrisa sincera y franca ... y adivina que.. yo soy mas feliz por empezar a ayudar me di cuenta que ahora los que me ayudan son esas personas a los que les doy una sonrisa un consejo una experiencia de vida al terminar de darselo y ver q ellos tambien sonrien me hacen la persona mas feliz momentaneamente pero feliz ... se que la soledad y la depresion quieren acabar con muchos de nosotros pero si aguantamos mas de una crisis economica porque no podremos con esto... simplemente tenemos que sonreir, sonreir, sonreir y ver la vida como una historia por contar.. donde el pasado es una leccion de vida.. el presente es un regaloo que tenemos q aprobechar al 110% porq no sabemos cual es nuestro futuro pero dependera muchiisimo del presente que estemos viviendo .. gracias por ayudarme en todo y espero poder algun dia poder ayudarte ati en lo que necesites¡¡¡ attentamente.- tu lectora fiel de los domingos jajajajajaja creo q soy la numero 4¡¡¡
http://yorchos.wordpress.com/
Sin palabras!!! Acertadisimo, una sonrisa alegra y da brillo al dìa de cualquier humano!!!LJL
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