Ahora que veo crecer a los hijos de mis sobrinos, me divierto con sus cosas...pero recuerdo que cuando tenía cuatro hermanos y una madre sonriéndose o riéndose abiertamente -quiero creer que con cariño y ternura- de mis situaciones y circunstancias, sinceramente lo sentía como burla, un bombardeo a mi dignidad.
Una noche declaré que ya estaba harta de esa vida -contaba justo con una edad similar a la de la niña del vídeo que está al final de este post- decidiendo partir en ese momento por tomé un malentín tejido pequeño en el cual metí algunas cosas que creí necesarias y fundamentales, como mi muñeca negra de tela llamada "Tomasa", ya con mis propiedades en la mano comuniqué a la comunidad familiar que me iba de la casa, la respuesta inmediata de los ahí reunidos fue estruendosa: carcajadas y sonrisas y en medio de ese espasmo de hilaridad me preguntaron: "¿Y adónde te vas?" y les respondí: "Al África" (pues veía en la TV a Tarzán de los monos, al que consideraba que era libre y feliz).
Las carcajadas fueron aún mayores, alguno hasta soltó lágrimas y mi pequeño ego se volvía diminuto, llena de rabia ante la burla colectiva y sin temor a todas las indicaciones de mi larga vida -casi 5 años- y viviendo en el Paseo de Montejo, salí de la casa... más al llegar a la primera calle perpendicular en la que tenía que cruzar -lo que tenía prohibido estritamente- me paré y me puse a llorar.
Mi hermana Lily , la mayor -quien además es mi madrina de bautizo- con todo cariño me fue a buscar a esa esquina y me abrazó llevándome de nuevo a casa, con un abrazo cálido y comprensivo, un escudo ante las carcajadas.
Obvio que después de ese evento la pregunta recurrente era: "¿Cuándo te vas a África?", mancillando mis emociones, pero ya saben, en esa época no se hablaba del bullying....ni de psicólogos.
Las carcajadas fueron aún mayores, alguno hasta soltó lágrimas y mi pequeño ego se volvía diminuto, llena de rabia ante la burla colectiva y sin temor a todas las indicaciones de mi larga vida -casi 5 años- y viviendo en el Paseo de Montejo, salí de la casa... más al llegar a la primera calle perpendicular en la que tenía que cruzar -lo que tenía prohibido estritamente- me paré y me puse a llorar.
Mi hermana Lily , la mayor -quien además es mi madrina de bautizo- con todo cariño me fue a buscar a esa esquina y me abrazó llevándome de nuevo a casa, con un abrazo cálido y comprensivo, un escudo ante las carcajadas.
Obvio que después de ese evento la pregunta recurrente era: "¿Cuándo te vas a África?", mancillando mis emociones, pero ya saben, en esa época no se hablaba del bullying....ni de psicólogos.
Deseo aclarar, que sólo comparto con la niña del vídeo la edad y el destino....no sus intentos suicidas por diversos medios.
No se pierdan a la niña....está divina, denle click al link:
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