Próxima a terminar la segunda mitad de la cuarta década de mi vida, me he tomado el tiempo para ver hacia atrás, con profundidad y desde afuera.
¿Que quiero decir con eso? como dicen los españoles "que me la he currao" y sin importarme consecuencias he hecho un análisis de mi persona con la crudeza y procurando la equidad, que la justicia pretende.
Sé que he sido profundamente querida, más aún, amada por seres insospechados, por muchos que han pasado y por otros que ya no están; por los más, que han estado y siguen siendo y estando; no siempre pude sobreponerme a buscar dentro de mis medios y mi visión, el cariño de quien yo desearía que me quisiera, o que pareciera natural que lo hiciera.
A esta edad no procuro ni pretendo más que quererme mucho para poder querer a quien merece mi cariño...y en eso de merecer, incluyo aquellos que me respetan por ser precisamente como soy y lo que soy; y por quienes, al no ser exactamente como ellos desearían que viviera y fuera, aún así guardan para mi un sitio en su vida, en su alma y en su mente.
He escogido estas fotos de mis primeros festejos de vida, porque ahí siento que se refleja la verdadera yo, siendo simplemente como soy, sin importar si es adecuado ese nivel de simpleza o no.
A través de mi vida, he pasado, como todos, por diversas etapas, al iniciar la presente he decidido dejar atrás todo aquello malo, los recuerdos perversos, a las personas a quienes nunca dejaré satisfechas.
Como dijo el gran psicólogo alemán Erick Perls, gran estudioso sobre la identidad, "Yo no vine a éste mundo a satisfacer tus expectativas, ni tu las mías, si en el camino nos encontramos que felicidad, si no mala suerte".
Probablemente lo grave aquí es que haya decidido definir mi identidad a estas alturas de mi vida, más creo que peor sería no definirla nunca, o vivir bajo la máscara de un personaje que todos creen que eres y que cada vez más te cuesta y duele sobrellevar.
Por eso a unas horas de festejar mi cumpleaños (bueno el inicio de los festejos, porque me festejo y mucho) he decidido regresar a ser esa niña de las fotos, niña de espíritu, pero con el aprendizaje obtenido por los golpes, las caídas, las levantadas, el amor y el desamor, la confianza traicionada, situaciones que todos estos años he superado y que me han dejado un aprendizaje.
Desde que he pensado en esto y desde que lo practico, hace apenas unas semanas, me he sentido mejor conmigo misma, siendo lo que soy sin intentar ganarme a nadie, mucho menos siendo como desearían esas personas que yo fuera.
A mis compañeros de trabajo les ofrezco que podrán encontrar en mi: lealtad, confianza, apoyo y honestidad.
Para mis amigos, todo lo anterior, más confidencia, complicidad y descanso de espíritu en doble vía.
Para mi familia del alma, todo lo anterior, más mi amor incondicional.
pangonz@gmail.com
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